CLARISSA PINKOLA ESTÉS
LA PESTAÑA DEL LOBO
SI NO SALES AL BOSQUE, JAMÁS OCURRIRÁ NADA Y TU VIDA JAMÁS COMENZARÁ
- No salgas al bosque, no salgas - dijeron ellos
- ¿Por qué no? ¿Por qué no tengo que salir al bosque esta noche?- preguntó ella.
- En el bosque habita un enorme lobo que se come a las personas como tú. No salgas al bosque, no salgas por lo que más quieras.
Pero, naturalmente, ella salió al bosque y, como era de esperar, se encontró con el Lobo, tal como ellos le habían advertido
- ¿Lo ves? Ya te lo decíamos- graznaron.
- Eso es mi vida, no un cuento de hadas, zopencos- replicó ella-. Tengo que ir al bosque y encontrarme con el lobo; de lo contrario, mi vida jamás podrá empezar.
Pero el lobo que ella encontró había caído en una trampa, se le había quedado la pata prendida en un cepo
- ¡Socorro, Auxilio!, ¡Ay, ay, ay!- gritaba el lobo-.
- ¡Socorro, ayúdame y te daré la justa recompensa!- añadió.
Porque eso es lo que hacen los lobos en los cuentos de esta clase.
- ¿Y cómo sé yo que no me vas a hacer daño?- le pregunto ella, pues su misión era hacer preguntas-.
¿Cómo sé yo que no me matarás y me dejarás reducida a puros huesos?
- Mala pregunta- dijo el lobo-. Tendrás que confiar en mi palabra
y el lobo reanudo su aullidos y lamentos
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Sólo hay una pregunta que merece la pena hacer, hermosa doncella
¿dóndeeeeeeee está
el
almaaaaaaaaaa??
- Oh, Lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata y ella se la envolvió con hierbas medicinales y plantas.
- Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias - dijo el lobo, lanzando un suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
- Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, termina de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió. En su lugar el lobo alargó la pata y se la apoyó en el brazo.
- Soy un lobo de otro tiempo y lugar - dijo, y arrancándose una pestaña del ojo, se la entregó, diciendo-: Úsala y procura ser sabia. De ahora en adelante sabrás quién es bueno y quien no lo es tanto. Mira a través de mi ojo y lo verás todo con claridad.
Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la mas sabia de las criaturas. Si prestas atención el lobo cuando aulla hace siempre la pregunta más importante, no dónde está el alimento más próximo, la pelea más próxima o la danza mas próxima,
Sal al bosque, sal enseguida. Sino sales al bosque, jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Bibliografía:
Clarissa Pinkola Estés. "Mujeres que corren con los lobos". Cap. 16. pág. 745.Año 1995. Ed. byblos.
el
almaaaaaaaaaa??
- Oh, Lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata y ella se la envolvió con hierbas medicinales y plantas.
- Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias - dijo el lobo, lanzando un suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
- Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, termina de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió. En su lugar el lobo alargó la pata y se la apoyó en el brazo.
- Soy un lobo de otro tiempo y lugar - dijo, y arrancándose una pestaña del ojo, se la entregó, diciendo-: Úsala y procura ser sabia. De ahora en adelante sabrás quién es bueno y quien no lo es tanto. Mira a través de mi ojo y lo verás todo con claridad.
Por dejarme vivir,
te ofrezco vivir
como jamás en tu vida has vivido.
recuerda que sólo hay una pregunta que merece la
pena hacer, hermosa doncella,
¿Dóooonde esta
el
almaaaaaa?
y así la doncella regreso a la aldea,
alegrándose de estar viva.
Y esta vez cuando ellos le dijeron
"Quédate aquí y casate conmigo"
o "Haz lo que te digo",
o "Di lo que yo quiero que digas,
pero que todo quede tan en secreto
como el día que viniste",
la doncella tomó la pestaña del lobo
miró a través de ella
y vió sus motivos
tal como jamás los había visto.
y la vez que el carnicero pesó la carne
ella miró a través de la pestaña del lobo
y vió que pesaba también su pulgar.
y miró al pretendiente
que le decía: "Soy el que te conviene",
y vió que no le convenía para nada.
y de esta manera y muchas más
se salvó
no de todas
pero si de muchas
desgracias.
Pero, además, con esta nueva visión, no sólo vió al astuto y al cruel, sino que el corazón se le hizo inmensamente grande, pues miraba a las personas y las volvía a calibrar gracias al don que le había otorgado el lobo al que ella había salvado.
Y vió a los que eran verdaderamente buenos
y se acerco a ellos,
encontró a su compañero
y permaneció a su lado todos los días de su vida,
percibió a los valerosos
y se acercó a ellos,
captó a los fieles
y se unió a ellos,
vió perplejidad por debajo de la cólera
y se apresuro a disiparla,
vió amor en los ojos de los tímidos
y se inclinó hacia ellos,
vió sufrimiento en los callados
y cortejó su risa
vió necesidad en el hombre sin palabras,
y le habló,
vió fe en lo mas hondo de la mujer
que afirmaba no tenerla
y se la volvió a encender con la suya.
vió todas las cosas
con la pestaña del lobo
todas las cosas verdaderas
y todas las cosas falsas,
todas las cosas que iban contra la vida
y todas las cosas que iban a favor de la vida,
todas las cosas que sólo podían verse
a través de los ojos de aquel
que pesa el corazón con el corazón,
y no sólo con la mente.
Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la mas sabia de las criaturas. Si prestas atención el lobo cuando aulla hace siempre la pregunta más importante, no dónde está el alimento más próximo, la pelea más próxima o la danza mas próxima,
sino la pregunta mas importante
para ver dentro y detrás,
para sopesar el valor de todo lo que vive,
¿dóndeeeeee
estáaaa el
almaaaa?
¿dónde está el alma?
¿dónde está el alma?
Sal al bosque, sal enseguida. Sino sales al bosque, jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Bibliografía:
Clarissa Pinkola Estés. "Mujeres que corren con los lobos". Cap. 16. pág. 745.Año 1995. Ed. byblos.